La recompensa de la fidelidad. ¿Puede alguien afrontar sufrimientos indecibles y no negar a Dios? Parece difícil verdad sin embargo, en la biblia encontramos a un hombre de carne y hueso que nos sirve de ejemplo aún hoy... Job. Tu Y yo no estamos exentos de parecer en este mundo, pero muchas veces no sabemos qué hacer ni cómo actuar ante lo imprevisible.

Por eso, con gran conocimiento de causa, Podemos decir que tenemos al alcance un libro que nos mostrará en detalles como debemos responder ante esto.
En el sufrimiento y la restauración de Job, su autor establece un paralelo que nos permite ver hasta qué punto la aflicción es capaz de hacernos perder la esperanza, pero que si tenemos fe, seremos capaces de salir victoriosos. Quizá la esperanza muera en estos momentos difíciles, pero debemos tener presente que la fe fue la que permitió a Job decir: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo.”

Cuando vengan los problemas inevitables de la vida, Dios permita que algún día se pueda decir esto de nosotros: en todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. (Job 1:22)