Detalles
Nunca ha habido un tiempo en la historia de la Iglesia en el que Dios conmoviera con tanta urgencia los corazones de los hombres para que lleguen a ser todo lo que Él planeó que fueran cuando los creó, y todo lo que se propuso que realizaran al crearlos. Sin embargo, jamás ha habido un tiempo en la historia de la Iglesia en el que los hombres, creyentes o no, hayan estado tan confundidos respecto a quiénes son y cuál es su propósito. En las páginas de este libro hay una poderosa obra de sanidad, de restauración del hombre a la masculinidad, de fortaleza y propósito que Dios les concedió. Cada palabra atraviesa el corazón y enciende los fuegos de la masculinidad. A medida que lea, sentirá la suave y firme mano de Jesús que quita de usted las limitaciones, la servidumbre y las fortalezas que han constituido sus ropas sepulcrales y le han encerrado en una tumba de deseos y sueños frustrados. Al igual que a Lázaro, ahora se le manda a que salga a la luz todo lo que Dios planeó para usted desde la fundación del mundo. Y cuando lo haga, se conmoverá ante las palabras de su Salvador y Señor cuando exclame: «¡Desatad a ese hombre y... dejadle ir!».