Las líneas de combate de pasadas guerras - algunas veces guerras literales - siguen estando marcadas, aunque solo sea en el ámbito de las ideas y creencias. Ese es el filtro heredado a través del cual se enseña a cada grupo a ver al otro.

Ese filtro ha llegado a ser una barrera autodestructiva, una "cortina de vitrales" de sospechas mutuas entre grupos de cristianos que tienen en común mucho más de lo que son conscientes de tener.

En La cortina de vitrales, el Padre Dimitri Sala demuestra que en lo tocante al mensaje básico de salvación y a la obra del Espíritu Santo, la doctrina oficial católica y la predicación de los evangélicos no difieren.  Combinando su propio testimonio, fuentes católicas autoritativas y pasajes de la Biblia, lo invita decididamente a usted a aprender la verdad y aceptar la realidad de nuestra herencia común.