La fe es confianza. Se trata de la confianza en el poder y la bondad de Dios que nos guía tomar buenas decisiones y nos permite rendir nuestras vidas a Él. A medida que nos esforzamos a madurar espiritualmente y a llevar una vida agradable a Dios, todos queremos más fe. Hebreos 6:12 dice que seamos «imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas». Una de las mejores maneras de crecer en fe es imitando las vidas de las personas que han mostrado gran fe. Hebreos 11 nos guía a través de las vidas de hombres y mujeres (como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Moisés, Rahab, David y otros), que hicieron solo eso. Personas reales con vidas reales y problemas reales que tuvieron un gran Dios y confiaron en Él en momentos cruciales de sus vidas. Basándose en importantes vidas de fe de la Biblia, los lectores verán que Dios era digno de la confianza y la fe durante los tiempos bíblicos, al igual que lo es para nosotros hoy en día.